Coatlicue

Mood: Drowzy
Book: Eros y Civilizacion
Music: My Ruin

COATLICUE
Después de alterar nuestros ecosistemas y luego de seguir anhelando posiciones de poder terrenal, nuestra madre tierra nos hace ver una vez mas, que si no conectamos nuestros pensamientos con el entorno físico, acontecerá un colapso que tardara muchas centurias en dejar de ver de nuevo el verdor en las llanuras y el milagro de la vida se acogerá en los dominios del olvido hasta que de inicio el ciclo siguiente.

Coatlicue fue una diosa que formo parte importante de la constelación de conceptos divinos aztecas.

Representaba los atributos de la tierra fertilidad, presencia y obediencia a las leyes que rigen los mundos. Su imagen es profundamente religiosa, su falda tejida por serpientes entrelazadas retoma de la simbologìa de los reptiles el contacto con la tierra, el habitar mundo e inframundo.

Presenta un pecho femenino con senos maduros y en lo alto le rematan dos cabezas de serpiente de frente una con otra. Posee dos manos en posición dadivosa y en la parte baja de su espalda, un cráneo humano sirve de sostenedor de parte de su vestimenta.

El pueblo azteca guardaba un elevado concepto acerca de la Diosa Tierra Madre; era parte de la conciencia del universo, era la dadora de condiciones necesarias para que el soplo divino animara la vida en este lugar.

Por ello se le ofrecía veneración. Se pensaba que lo que uno le hiciera a ella se lo estaría haciendo a uno mismo. Podría decirse que la relación afectiva entre humanos y tierra, era muy intima, respetuosa y sana.

No se abusaba de la explotación de recursos naturales, el clima favorecía la reproducción de los seres, había abundancia vegetal y mas agua dulce. Todo lo que proviniera de ella era sagrado, se le cuidaba y respetaba. Se crearon imágenes que les representaban y se les colocaron en templos y adoratorios. También se les temía, el recuerdo legendario de la capacidad destructiva de los elementos naturales estaba presente.

Parece que se ha olvidado el compromiso y responsabilidad de cuidar el mundo que pudieran habitar congéneres del futuro. Estamos terminando con la posibilidad. Estamos acabando con algo que solo nos ha sido prestado. La personificación destructiva lucha por llegar a donde moran los humanos para ajustar cuentas, pero su propio aspecto maternal le impide aun cobrarse de un golpe el daño.


INTENTO MATRICIDA

Cuenta la mitología azteca que cierto día que se encontraba barriendo en un templo, del cielo se vio bajar una borla de blancas plumas. La tomo con sus manos y la llevo a su regazo. Al instante quedaría encinta. Con el paso del tiempo su hija Coyolxauhqui noto el estado en que se encontraba su madre. Iracunda reunió a sus otros hermanos; los Cuatrocientos Surianos, centeno Huitznahuac o estrellas del sur quienes una vez enterados de la situación e instigados por su hermana, manifestaron su deseo de cobrar la afrenta a su madre, fijando como precio para ello, la vida misma.

Coatlicue subió a la cumbre del mítico y fantástico cerro Coatepec, sabia que sus hijos liderados por Coyolxauhqui se dirigían hacia ella para terminarle. Angustiada imploro a sus semejantes divinos ayuda. De pronto cuando veía con sus pensamientos que no tenia escapatoria alguna, sintió en sus entrañas la poderosa presencia de un espíritu elevado.

Una voz escucho que le dijo: Madre, soy yo. Estoy dentro de ti, aun no he nacido, pero ya he de hacerlo. No temas por mis hermanos, nada te harán. Tan solo dime que tanto se vienen aproximando a ti. Y Coatlicue respondió: ya vienen llegando al cerro. Ya lo están subiendo. Ya están acercandose, Ya están aquí! Y justamente cuando los cuatrocientos Surianos y Coyolxauhqui se disponían a dar un ataque artero, Coatlicue dio a luz. De su fecundo interior emergió Huitzilopochtli, quien de inmediato pinto su cara y cuerpo, y se atavió para la guerra. La primera batalla decidiría la contienda, flechas flamigeras terminarían con la mayoría de los huitznahuac, muy pocos lograrían huir del feroz ataque, manifestación de un poder superior por mucho.

Cuando llego el turno a su hermana mayor Coyolxauhqui, el temible rayo flamigero corto la cabeza de la diosa luna conspiradora y se vio su cuerpo rodar cuesta abajo hasta quedar desmembrada en la base del Coatepec.

Huitzilopochtli anunciaba el inicio de una etapa en la que la guerra dominaría el pensamiento de gobernantes, favoreciendo la llegada de una etapa conquistadora y expansiva. La sangre se transformo en la mas preciada de las ofrendas que se pudieran dedicar a una deidad.

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Cada día se pierden miles de hectáreas de bosques y selvas por tala, quema y la expansión capitalista de de obras/construcciones, cada día desaparecen decenas de especies animales y vegetales para siempre, cada año se extraen millones de toneladas de minerales de las entrañas de la Madre Tierra, año con año se lanzan a la atmósfera inmensas nubes de gases contaminantes, año tras año se envenenan las aguas y cauces de ríos, las venas de nuestro hogar. Hemos olvidado que existe un pacto de respeto mutuo entre humanos, y seres del entorno cuyo propósito es la perdurabilidad en armonía hacia la evolución.

Nuestro planeta posee modos de autorregular y corregir alteraciones desobedientes de los dictados universales, y puede provocar transformaciones en "las plantas enfermas", gestando catástrofes y hecatombes a modo de "anticuerpos" para erradicar a la especie que ha osado devorar y explotar vorazmente el cuerpo de su propia madre…. la humana.

(Gabriel Moreno Cahue - Revista Mundo Esoterico No 120)