Mood: Curious
Book: 1984 - Orwell
Music: Pitch Perfect 3
Era una mañana fría y sin sol,
respirar congelaba las fosas nasales,
caminó como siempre, con tanta pasión,
emocionado estaba, desesperado por verle.
Deambuló por pasillos sin luz ni color,
quería correr pero había mucha gente,
saludó a su encuentro aunque sin emoción,
a todos aquellos sin quehacer aparente.
-¡Diez pasos más, sólo diez para verte!
Mil y una emoción invadieron,
los nervios llegaron por obvia razón,
se detuvo isofacto, se aceleró el corazón,
la puerta mutaba, dejaba al momento sin muerte,
y en la eterna distancia de su cuerpo a la puerta,
en cámara lenta realizó toda acción.
Las piernas flaqueaban, apretaba los dientes,
respiraciones cortadas, suplicio creciente,
está a poca distancia, él lo sabe, más no entiende,
el porque no hace nada..
¿por qué no abre su mano y la extiende?
Cuestión de agallas, de valor, de ser fuerte,
pero inmóvil quedó frente a la delgada barrera
del futuro y presente...
El cielo oscureció, suministró lluvias y un aire tenue,
lo envolvió el desconcierto y regresó en sus pasos,
alejándose,
transparente...
Las gotas grisáceas lavaban su sentir,
no deseaba pensar,
con la lluvia se quería fundir...
Caminó sin reparos, iba tan aprisa, casi corriendo,
su alma entera no razonaba, parecía que huía de la más temible fiera.
Escapó del lugar donde se encontraba la razón de existir,
huyó sin pensar, sin despedirse... sin discernir.
Cada paso que da, ve hundirse, ve morir...
a su taciturna y locuaz motivación por seguir.
Infelicidad sólo hay por no intentar llegar a ella,
la dejó seguir sin el,
permitió que volara, que extendiera sus alas...
Y de su nido se fue,
ahora él, no quiere vivir en el.