Mood: Worried
Book: 12 pasos
Music: life keeps bringing me back to you?
Al ver que su madre era atacada HUITZILOPOCHTLI la defiende, saliendo vencida COYOLXAUHQUI en esta batalla.
Cotalicue siente dolor profundo porque ve a sus hijos peleando, el uno contra la otra.
Después de todo, el amor de madre es así: nojuzga, sólo sabe amar. Aunque la trilogía del amor nos enseña que el amor debe ser inocente, inteligente y consciente.
El amor de madre cumple con la ley suprema del amor: es inocente porque, aunque reconoce los defectos, los errores, los vicios, de sus hijos, la madre ama con resignación y calma, siempre esperando la reivindicación del hijo que ha perdido el camino; el amor de la madre es inteligente cuando reconoce y admite los errores del hijo y reprende con inteligencia, dando el buen consejo y actuando con rigor cuando es necesario, porue el amor divino está fundamentado en el rigor y el perdón; el amor de madre es consciente porque la conciencia del hijo es conducida a su despertar para unirse a la Conciencia Universal del Amor.
Coatlicue vive el dolor de ver a su hija COYOLXAUHQUI desmembrada y se pregunta Cuándo llegará el tiempo para que sus heridas sanen?
COYOLXAUHQUI comprende sus error pero ya es tarde, Coatlicue al ver el arrepentimiento de su hija, la perdona, pero le recuerda que el ejemplo de los mayores influye mucho en la vida de los menores. Ella se desvió del camino y ante los ojos de la humanidad.
COYOLXAUHQUI es quien marca el ritmo de la vida y su evolución.
COYOLXAUHQUI llora triste su convalecencia y medita sobre sus errores. Después de todo, los errores cuando se reflexionan, son los que nos indican el camino del conocimiento y de la sabiduría. Pero, admitir los errores es dificil, porque la soberbia nos pierde y nadie quiere sentir sus imperfecciones y mucho menos mostrarlas ante los demás.COYOLXAUHQUI comprende que debe compensar la balanza del tiempo y cummplir con la misión de iluminar la noche, poniendo un esfuerzo extraordinario para que a pesar de sus heridas, la humanidad reciba su fuerza y su luz.COYOLXAUHQUI siente que su cuerpo se debilita y decrece su fuerza, pero el amor a la humanidad, unido a su arrepentimiento, la imulsa a hacer un esfuerzo más para crecer y llegar al plenilunio y de esta manera se irradie su amor a los seres humanos en la Tierra, se impulse el crecimiento de las flores y de los frutos, se alimente con sus fuerza y su luz el vientre de las madres, se alimente en su totalidad la vida en el vientre de su madre Coatlicue Tonantzin, la Tierra.
HUITZILOPOCHTLI también ve el arrepentimiento de su hermana COYOLXAUHQUI y la nobleza de su corazón. El entrega el perdón y le alimenta la esperanza de que algún día sus heridas sanarán y entonces, ella y él, volverán a reír juntos, porque la felicidad en los cielos estará unida a la felicidad en la Tierra. Llegará el día, le dice, en que también los hombres comprendan sus errores como ella los ha comprendido, ya que corregir errores es de sabios, arrepentirse es de valientes, defender la luz es de seres deificados y permanecer como una antorcha encendida en la Tierra para que la humanidad siempre esté consciente de que la luz existe, es de seres superiores y valientes.
Ser ejemplo de luz o de sombras es el destino de los hombres. Rendir culto de los hombres. Rendir culto a la vida es una alternativa para la humanidad. Nuestra conciencia está dirigida por la idea de la vida y de la muerte, sin comprender ni la vida ni la muerte en su esencia. Nuestra conciencia está ciega a la fuerza del amor como energía creadora de todas las formas vivientes.
No hemos comprendido que todo está vivo en el universo, aquí en la Tierra. Los miedos y los temores nos asaltan. Nos sentimos inseguros de nosotros mismos porque no nos conocemos, con todos los potenciales sembrados en nuestro ser.
La guerra entre COYOLXAUHQUI y HUITZILOPOCHTLI continúa. La humanidad, los hijos de Coatlicue Tonantzin, siguen atacando a su madre tierra. Todavía no ha llegado el tiempo de arrepentimiento, por lo tanto, no está aquí el tiempo del perdón.
Nuestra madre tierra siente que la necedad de sus hijos es tan grande que tal vez tenga que aplicar el rigor del amor; los oídos están sordos y los corazones dormidos.
Mas la esperanza revive, COYOLXAUHQUI ya ha sido integrada por los hombres y mujeres allá en el corazón de México, también allá en Tlatelolco, y esta voz ha sido el clamor de la humanidad para que nuestro arrepentimiento quede de manifiesto y podamos aspirar al perdón.
Los seres de luz encienden sus antorchas y unen el fuego de la esperanza en el plenilunio para que la noche no sea tan oscura.
Las heridas de COYOLXAUHQUI ya sanan; las palabras de HUITZILOPOCHTLI ya tienen eco.
Nuevamente el tiempo de la magia regresa; las madres del mundo entonan el himno del retorno a lo sagrado; el tiempo del parto ya se acerca; los ciclos lunares ya anuncian el término del embarazo; los doloresmy gritos de las madres ya se escuchan; el alumbramiento de una nueva Luna.
El alumbramiento del Plenilunio Cósmico de COYOLXAUHQUI ya está aquí. Una nueva humanidad ha nacido ya.
Y en relación al nacimiento de COYOLXAUHQUI, La Luna, cuenta otra leyenda que HUEHUETEOTL se encontraba en el espacio sideral girando y girando y de la unidad nació la dualidad de COATLICUE. Nuestra Madre Universal también empezó a girar y girar y de pronto parió a COYOLXAUHQUI, La Luna.
La matriz terrenal de Coatlicue Tonantzin es México Tenochtitlán, y nuestros tatas y nanas cuentan la leyenda que por esto MEXTLI, la luna hereda el nombre de México, y que MEXI HUITZILOPOCHTLI, Padre de la Nacionalidad Mexicana, guía a los aztecas hacia el punto de la tierra donde se encuentra el cordón umbilical de la tierra con la luna. Así pues en México se forma la triangulación cósmica de nuestro padre Sol TONATIUH, nuestra madre tierra TONANTZIN y nuestra hermana Luna COYOLXAUHQUI o MEXTLI.
El 29 de Noviembre de 1993 se dio, después de miles de años, nuevamente el parto Simbólico y cíclico de la Luna, porque al realizarse el eclipse lunar de esa noche, la Luna renovada y reiluminada se encontró exactamente frente a México Tenochtitlán.
Así que este fenómeno cósmico, metamáticamente calculado por nuestros abuelos Anáhuac, se volvió a repetir.
Con esto se cumplió el ciclo o ciclos lunares de esta humanidad para que nuevamente sea renovada la vida en nuestro planeta.
Ahora, ya restablecidos y fortalecidos los circuitos cósmicos entre el Sol, la Tierra y la Luna, la irradiación de energía es más fuerte sobre México y ya nada ni nadie puede detener nuestro plenilunio histórico y el AMANECER DEL ANAHUAC.
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