Mood: Healing mind and soul
Book: Bhagavad Gita (Cleansing before getting to it)
Music: PJ-Harvey
Sí hiciéramos una comparación entre la edad de la especie humana y sus etapas de desarrollo, podríamos decir que apenas está saliendo de la infancia. Ojalá que sea muy longeva.
El poder tiene tantos rostros como uno pueda imaginar.
Existen muchas clases de poder, se puede dar a múltiples escalas, de diferentes naturalezas y niveles. Pero un tipo de poder que ya conocemos como especie, es aquel que nos permite alcanzar cierta seguridad ante de las inclemencias del medio ambiente, ante la amenaza de fieras contra ataques de comunidades humanas hostiles.
Pero el poder que nos ha conferido la propia naturaleza, muchas veces ha dado muestras de un manejo absurdo de su capacidad ofensiva contra el semejante, contra los seres que comparten nuestro mundo y también en contra de nuestros ecosistemas o sea nuestro único hogar.
Grandes guerras, arteros atentados, colapsos sociales, concentración del poder en pocas manos, xenofobias y exterminio de la vida parecen haber sido situaciones constantes en todos los continentes.
Pero ahora las ciencias se han aproximado a propuestas que ofrecen alternativas optimistas sobre nuestro futuro: para empezar podemos referir el descubrimiento de las Supercuerdas, partes de la materia mucho más pequeñas que los quantum y otras partículas subatómicas. Las supercuerdas tienen forma de cuerdas y su longitud es igual a 10.33cm. De tal manera que para tener un centímetro de supercuerdas tendríamos que unir un extremo a extremo la cantidad de 1 más 33 ceros.
Esto podría significar que si las supercuerdas tienen esa forma, sus vibraciones pueden emitir sonido y por lo tanto mantener lo que integran en frecuencias que pueden estar armonizadas o desarmonizadas. Esta suposición es probable elemento común entre diversas teorías y técnicas concebidas para el bien humano.
Entre estas encontramos la musicoterapia, aromaterapia, masajes, reiki, imposición de manos y otras más.
También podría ser puerta de acceso que permitiría establecer propuestas científicas para aprovechar estas vibraciones que todo lo invaden.
La generación de hombres y mujeres que conocen los principios y fundamentos para trabajar con material genético, ya están aquí. La clonación es una realidad ante el azoro del mundo. Borregos, ratas, y conejos han sido sujetos de experimentos cuyos propósitos son la creación de seres con características más apropiadas para su reproducción, supervivencia y exploración.
Pero en cuanto la biotecnología haya llegado a un punto vulnerable, los simpatizantes de las causas xenofóbicas que proclaman el futuro para una raza superior, estarán allí para intentar desarrollar sus proyectos.
Por otra parte también existe especial interés en llegar a conectar un computador avanzado a un cerebro humano, esto significaría la llegada de los humanos biónicos, antecedente posible de androides que se encarguen de trabajo especializado.
Otro gigantesco paso de la ciencia consiste en haber aprendido a obtener energía del agua. Pero esta energía no es pluvial o fluvial, es mucho más poderosa. Su obtención requiere de la aplicación de cierto voltaje eléctrico a un recipiente conteniendo agua a presión; la reacción es capaz de hacer una perforación a una lámina de acero. Esta liberación energética puede ser el motor de los futuros vehículos de transporte.
Muchos adelantos pueden citarse, pero todos ellos están a merced de aquellos que los aprovechen para bien o para mal. Esta es una razón que ha hecho que estos y otros adelantos permanezcan protegidos, secretos, pendientes. Parece ser que existen grupos de sabios abocados a salvaguardar el desarrollo científico, regulan y administran los mismos para mantener al mundo en situación de ciertos equilibrios.
QUEDARON MUY ATRÁS LOS TIEMPOS en que las personas oraban por temor, ahora se ha descubierto que esta actividad mística puede proporcionar loros asombrosos en materia de salud física y mental.
Además de permitir establecer relaciones con acontecimientos en otros planos de conciencia.
La oración se perfila como el vehículo que puede llevar nuestros pensamientos hacia niveles que nos permiten ser lo que necesitamos: una especia responsable de la permanencia de las cosas que puede conservar.
Por muy adelantadas que parezcan las cosas que vemos en nuestro mundo, en realidad están muy por debajo de donde deberían de estar, pero si salimos con bien de una larga convulsiva infancia, podremos adentrarnos a otra dimensión del pensamiento humano.
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