La tendencia del humano es darle sentido a lo incomprensible mediante el contexto que percibimos, según capacidades.
Una vez que entendemos el hecho, el evento, la cuestión, con la ayuda del contexto, no nos parece relevante el investigar el significado de lo que no comprendemos.
Nos olvidamos por la poca importancia que le damos, ya que aquello no entendible ya lo comprendemos, pues nos tomamos de referencia nuestra propia realidad.
No podemos negar la falibilidad del humano, en actos, reacciones y conclusiones. El conocimiento almacenado no es a veces del todo apropiado, así que tomar por hechos nuestras "verdades" percibidas, conjeturar, puede distar al 100 de ser acertado.
Una vez que entendemos el hecho, el evento, la cuestión, con la ayuda del contexto, no nos parece relevante el investigar el significado de lo que no comprendemos.
Nos olvidamos por la poca importancia que le damos, ya que aquello no entendible ya lo comprendemos, pues nos tomamos de referencia nuestra propia realidad.
No podemos negar la falibilidad del humano, en actos, reacciones y conclusiones. El conocimiento almacenado no es a veces del todo apropiado, así que tomar por hechos nuestras "verdades" percibidas, conjeturar, puede distar al 100 de ser acertado.
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