Mitología: Centauros

Mood: Tranquil
Book: Eros y civiliación
Music: Eminem - The Marshal Mathers LP

Centauros

  
Parece que el nombre significa "El que vale por cien", en fuerza, valor y habilidad. El caballo era un animal consagrado a la luna y pertenece a una cultura anterior a Grecia. Los más antiguos centauros representados se hallan en Micenas, en una piedra preciosa, en que aparecen dos cara a cara u en ademán de baile.


Se imagina ser una tribu de monstruosos seres que tienen la parte superior de hombre, hasta el final del abdomen y la restante de caballo.


El origen del mito puede ser la visión de los primeros que aparecieron ante los remotos pueblos, cabalgando. No pudieron al pronto distinguir que eran dos seres y los supusieron uno solo.


Viven en las montañas y en los bosques de Tesalia, Elis o Arcadia.
La mentalidad que se les presta, lo mismo que sus pasiones y sentimientos, son totalmente bestiales. Son sumamente inclinados a la lujuria y muy amantes del vino.


Los invitó a su boda Piritoo (vid),  e intentaron raptar a todas las mujeres del reino de los Lapitos, de que él era soberano. No pudieron lograr su intento, pero mataron a Ceneo, con todo y ser invulnerable (vid).


Tuvieron, una refriega con Heraclés (vid), cuando éste visitaba a Folo, uno de ellos. Ansiosos de beber vino se abalanzaron contra él ecando pedruscos y aun grandes rocas, pero el héroe los atacó con tizones y flechas y los hizo huir hasta el Cabo Malea.


Son vistos como hijos de Ixión en algunas fuentes (vid). En el arte han sido en todo tiempo muy favorecidos, ya que desde la guerra de Miscenas, ya mencionada, se les sigue representando. Son como el símbolo de la más exuberante masculinidad. (Vid. Neso, Quirón, Heraclés, Piritoo) (Mitología Griega, Dioses y Héroes)

Ser fabuloso y fiero de la mitología griega, con cabeza, pecho y brazos de hombre y lo demás de caballo. Excepto Quirón, los demás centauros eran brutales y obsecados, interpretándose por lo general como símbolo de los aspectos bestiales del hombre (en contraposición con la figura del jinete, hombre capaz de sujetar la fuerza del bruto); simboliza también la doble naturaleza humana, espiritual y corporal.


En la edad media se les representaba a menudo provistos de arco y flechas, sobre todo en los frisos y capitales, habitualmente como símbolos del vicio y del pecado, de la herejía o del mismo Diablo, de acuerdo con la interpretación del Physiologus, que identifica el centauro (en especial el de cuerpo de asno) con las sirenas. No obstante el centauro que dispara la flecha al tiempo que huye, puede simbolizar al humano que lucha contra el Mal.


En el arte del s. XIX y XX ha cobrado con frecuencia sentido erótico. (Enciclopedia de los simbolos)

Mitad hombres y mitad caballos, los Centauros son producto de los amores sacrílegos entre Ixión y la diosa Hera: En una ocasión el dios supremo Zeus le invitó a su morada, Ixión se enamoró de Hera, y se propuso seducirla, pero el dios, que sabe mucho de violaciones, sospechó las intenciones de Ixión.
Dio entonces a una nube cuyo nombre sería Neféle, la forma de Hera, y sorprendió a Ixión demasiado borracho como para darse cuenta del engaño, cuando estaba en pleno acto sexual, Zeus, aparentó cólera y ordenó a Hermes que lo azotara sin escrúpulos.
Neféle quedó embarazada, dando a luz a un niño llamado Centauro, que cuando reció se ayuntó con varias yeguas.
Ellas parieron a los primeros centauros, una raza numerosa, tan salvaje como original, eran mitad humanos y mitad animales. Son monstruos por la forma y por el carácter, peleadores, violentos, salvajes, viven fuera de los caminos visitados por los hombres, comen sólo carne viva, no respetan nada, azan únicamente con piedras y ramas, se rebelan de resistir a los impulsos de su naturaleza, y por ellos son propensos a violaciones y raptos.


En la antiguedad más remota eran representados como hombres completos, unidos por su parte trasera a los cuartos traseros de un caballo. Más tarde tomaron su forma definitiva, y más conocida, de caballos de cuyo cuello emergen un torso humano con brazos y cabeza de hombre.


Los centauros, imagen de la doble naturaleza del hombre, luminosa una, y oscura y bestial la otra, representan por ende la fuerza ciega que abandona al hombre a sus instintos lascivos y violentos.


Otra tradición greco-romana asegura que eran hijos de Apolo y Hebe. Su nacimiento no fue precedido por las Gracias, y fueron rechazados con desdén por los hombres.


Se unieron a las yeguas de Magnecia, y de esta aberrante relación nacieron estos seres monstruosos.


Algunos autores admiten también la existencia de Centauras, que dotadas de rara belleza llevaban igual existencia que los belicosos Centauros.


De entre todos los Centauros sobresalen con luz propia Quirión, el cual así que pudo valerse por sí mismo se retiró a vivir a los montes y bosques, en los cuales (cazando con Diana y Apolo) adquirió grandes conocimientos de la caza, la medicina, la gimnasia, la adivinación, la música, las matemáticas, y la justicia... ciencias que enseñó a varios discípulos.


Como indica su nombre (mano diestra), Quirión fue muy hábil para curar heridas y calmar dolores.


Cuenta la tradición que fue el primero en servirse de las plantas y las hierbas para curar las enfermedades.
Al morir el Centauro Quirión subió al cielo, donde se le concedió la inmortalidad, al figurar en el Zodiáco, como la constelación de Sagitario. (Revista Esotérico Num 43)